Alvarado Gallegos, Gotty2023-12-282023-12-282023-01https://repo.umc.cl/handle/umc/1084“El ser humano necesita la convivencia, no solo a nivel empírico sino también a nivel estructural y como condición existencial” (Martín Heidegger “La cuestión del ser”) “Sin amor no habría socialización, sin socialización no habría lenguaje, sin lenguaje no habría desarrollo científico, sin desarrollo científico no habría ser humano y ser humano no habría humanidad” (Humberto Maturana) Bien es cierto, que los movimientos sociales son cíclicos y cada hito enmarca condiciones que nos hacen actuar como seres conscientes de que no todo es para siempre y que algo debe cambiar. Y como muy bien decía Mandela “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”, dicho esto a raíz de la actual Reforma Educacional, las escuelas, liceos y universidades comienzan a cambiar significativamente los paradigmas de los quehaceres pedagógicos, desde el conocimiento puro y dogmático a desarrollar habilidades y fortalezas focalizadas en el ser, sin embargo, una de las banderas de lucha que marcó, asentuó y pronosticó la nueva forma de ver la humanidad y la educación en todas sus expresiones, fue el sentido de la inclusión, entendiéndose éste el respeto del ser en todas sus expresiones, entoces... ¿cómo estructuramos, moldeamos y orientamos este nuevo escenario para hacer a todos partícipes del desarrollo social de la humanidad? “La Convivencia” palabra según la Real Academia Española procede del latín “convivere” “acción de convivir” , pues bien la actual Reforma Educacional acuña esta mirada bajo la Nueva Política Nacional de Convivenca Escolar que se resume en “orientar la definición e implementación de acciones, iniciativas, programas y proyectos que promueven y fomenten la comprensión y el desarrollo de una Convivencia Escolar paticipativa, inclusiva y democrática, con enfoque formativo, participativo, de derechos, equidad de género, y de gestión institucional y territorial” (Mineduc, 2015) Mucho se ha hablado de Convicencia y Clima Escolar como pieza clave para el desarrollo intelectual y personal del estudiante, pues como muy bien nos menciona Torres, (2018) “la escuela mantiene una misión aceptada socialmente: “educar”. En este proceso se conjugan contenidos y valores que son considerados útiles para el desempeño social de los niños y jóvenes”, no obstante ¿cuál es la nueva mirada de las escuelas o desafíos que deben desarrollar para lograr en los jóvenes y la comunidad escolar una armonía que los conduzcan a un clima de aula que potencie un aprendizaje consciente de sus actos y conocimientos? Sin embargo, existe una gran contradicción, que las escuelas o colegios han tratado lidiar en estos últimos años, y es que, por un lado, está el curriculum oculto que muy bien lo menciona Jackson (2001) “las escuelas se rigen tradicionalmente por lo que es en sí su condición-EDUCAR- bajo parámetros que orienten la visión y misión del colegio, pero por sobre todo, fortalezcan las prácticas pedagógicas contenidadas en el Proyecto Educativo Institucional”, por lo tanto, el PEI no hace más que reforzar y transmitir el sello institucional y valórico, con la misión de plasmarlo en todas las instancias pedagógicas del aprendizaje. (Jackson, 2001), por otra parte, está el carácter Evolutivo de la Educación, es decir, cómo hacemos que este sujeto “estudiante” , aprenda o desarrolle habilidades que lo guien a encontrarse con el “otro”, acomodarse entre un profesor, y un ambiente escolar, donde por lo general se presentan problemas interpersonales y conflictos permanentes, por tanto, es ahí, en “los conflictos”, que son necesarios preveerlos, mediarlos y solucionarlos con una mirada formativa, según los sellos de cada colegio, pues es en este contexto, donde es crucial la figura potente de Convivencia Escolar, responsable junto con el Equipo de Gestión de monitorear constantemente el buen clima escolar, para fortalecer no solo a los estudiantes, sino a la comunidad escolar, potenciando los aspectos valóricos que rigen el PEI, cimiento signifcativo para el PME. Cabe destacar que “un buen clima de aula, beneficiará una sana convivencia, lo que permitirá aprendizajes significativos para las y los estudiantes” (“Marco para la Buena Enseñanza”, MINEDUC(2008). De ahí, la misión de Convivencia Escolar es velar para que esto se cumpla, y de esta forma potenciar en forma asertiva a seres integrales, abiertos a nuevos desafíos, y por ende, autónomos en su propio aprendizaje. A raíz de la contextualización anterior la presente investigación como Plan de Mejoramiento aplicado en el Colegio Polivalente “Domingo Matte Mesías” de la comuna de Puente Alto, se focalizó en el área de Convivencia Escolar que según el Diagnóstico Institucional aplicado en octubre del 2022 fue una de las más débiles. Para esta investigación se optó por el método cuantitativo a través de los datos estadísticos emanados por Inspectoría General, más la aplicación de los Estándares Indicativos de Desempeño. Con relación a los resultados emanados de las fuentes señaladas, se logró indagar el sentido, la importancia y el impacto que tiene Convivencia Escolar en los logros transversales que puede alcanzar el colegio, impactando tanto en la disciplina como en lo resultados académicos de los estudiantes.esDiagnóstico Institucional Y Plan De Mejoramiento Educativo Del Colegio Polivalente “Domingo Matte Mesías” De La Comuna De Puente Alto. Región Metropolitana.Thesis