Fuenzalida Arroyo, CarolinaNavarro Daponte, Rosa2024-06-182024-06-182016-08https://repo.umc.cl/handle/umc/4159Los últimos años han sido especialmente movidos en el campo educativo en Chile. Las protestas y demandas estudiantiles del 2006 pusieron en la agenda de las familias y a lo largo del país, los temas de calidad y equidad educativa, reservados hasta entonces para mesas y discusiones entre técnicos y políticos. No es exagerado decir, que por primera vez en muchos años, hubo conciencia y asombro entre jóvenes y adultos, entre políticos y técnicos, entre la capital y las regiones, entre ricos y pobres, entre mujeres y hombres, al constatar que tenemos un sistema que ofrece una educación de distinta calidad dependiendo del nivel socioeconómico de las familias. Mientras más tienes, accedes a mejor educación. El escándalo público desencadenado permitió estructurar un amplio y diverso consejo de expertos para debatir y consensuar estrategias destinadas a mejorar la calidad educativa y a distribuirla justamente. Para muchos, los avances no han sido lo importantes que la problemática amerita. Otros tantos -entre los que me cuento-, sostienen que los pasos han sido significativos respecto de introducir cambios que debieran impactar en la calidad educativa (propuesta Agencia de Calidad y de la creación de una Superintendencia Educativa, entre ellos), pero no en aquello que ha de regular y supervisar la equidad, los temas de desigualdad y brechas en educación. La paradoja es que a pesar del acuerdo y adscripción casi unánime y transversal que no se puede permitir un sistema que entrega una calidad de acuerdo al bolsillo del estudiante, no hay acuerdo en cómo se debe modificar y regular el sistema a fin de que esto deje de ocurrir. En este escenario complejo y tensionado por posturas que se debaten entre lo técnico y lo político, al menos hay acuerdo en que se debe proporcionar más a quienes inician el proceso escolar con menores recursos y condiciones para recorrerlo con éxito. Educar con calidad a niños y niñas de los sectores más desfavorecidos requiere mayores recursos de todo tipo y los gobiernos democráticos han estado conscientes de aquello, aunque no siempre las políticas y programas implementados con tales propósitos, han sido exitosas o del todo eficaces (Román, 2008b). Entre las últimas medidas que buscan atender y disminuir esta grave desigualdad, se encuentra la reciente Ley de Subvención Preferencial (SEP) que transfiere nuevos recursos al sistema reconociendo el mayor costo de educar a los niños con menos oportunidades e introduciendo un nuevo vínculo entre escuelas, sostenedores, comunidad educativa, agentes externos y MINEDUC. Se busca así, mejorar la calidad y equidad de la educación en Chile a través de una subvención adicional por alumno prioritario de educación parvularia y educación general básica (Ley SEP, 2008).Los establecimientos subvencionados (municipales y particulares) recibirán un monto adicional por cada estudiante cuya situación socioeconómica familiar le pone límites o dificulta sus posibilidades de enfrentar el proceso educativo en igualdad de condiciones. El desafío tras esta ley, es lograr que todos los niños y niñas que ingresan al sistema escolar aprendan, en especial los estudiantes provenientes de sectores sociales de menores ingresos y mayor vulnerabilidad social. Para que los sostenedores de establecimientos educacionales puedan recibir la Subvención Escolar Preferencial, deberán suscribir y firmar el Convenio de Igualdad de Oportunidades y Excelencia Educativa, que los obliga a desarrollar e implementar un Plan de Mejoramiento Educativo en cada una de las escuelas que recibirán dicha subvención; a no seleccionar alumnos hasta 6° básico; a destinar los recursos adicionales para el mejoramiento educativo especialmente ; a rendir cuentas del uso de la Subvención Escolar Preferencial anualmente y a incluir a la comunidad educativa en el Plan de Mejoramiento Educativo (Ley SEP, 2008). Dicha estrategia se convierte así, en la propuesta de mejora educativa que ha de diseñar e implementar cada escuela, para impactar significativamente en los desempeños y aprendizajes de todos los estudiantes y de manera especial y preferente incrementando el rendimiento de los más vulnerables o prioritarios. El Ministerio de Educación verificará y evaluará el cumplimiento de los compromisos establecidos en los Planes de todos los establecimientos que opten por esta modalidad de subvención. La exigencia de contar con Planes de Mejora Educativa que aseguren incrementos significativos en la calidad de la enseñanza ofrecida en las escuelas que atienden niños y niñas de los segmentos de mayor riesgo y vulnerabilidad, ha llevado a gran parte de los sostenedores municipales y privados a buscar apoyo técnico para emprender el proceso de diseñar planes de mejora pertinentes a la realidad de cada escuela y eficaces en los resultados propuestos, apoyándose en la ley para estos fines. El texto a continuación comparte la perspectiva y estrategia de apoyo ofrecida desde la Escuela de Educación Continua y el Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE) de la Universidad Alberto Hurtado, para que sostenedores y directivos de más de cerca 150 establecimientos educativos urbanos y rurales, elaboren e implementen Planes de Mejoramiento relevantes desde la problemática abordada (igual calidad para todos), pertinentes desde las características y condiciones de cada escuela y comunidad educativa y sustentables en el tiempo. Durante el año 2015 y 2016 se han realizado jornadas de trabajo con toda la comunidad educativa en donde se dio respuesta a la pregunta ¿qué escuela soñábamos?, la experiencia de esa jornada ha pasado por diversas etapas y no ha estado exenta de dificultades. La mayoría de dichas dificultades han derivado del carácter voluntario del trabajo que ha tenido lugar allí ( falta de tiempo por horario), sin embargo, la cara positiva de esta voluntariedad ha sido el compromiso y la responsabilidad de quienes se han incorporado con este proyecto. Se trata, sin duda, de un proyecto de autogestión comunitaria pedagógica, pues nuestro proyecto tiene como propósito unir la vida saludable con lo ecológico, dando de esta forma un sello verde saludable a nuestra escuela.esDiagnóstico Institucional Y Plan de Mejoramiento Educativo Escuela ChipanaThesis