Elaboración de Instrumentos de Evaluación Diagnóstica, para Medir los Aprendizajes de los y las Estudiantes de Cuarto y Octavo Básico de Enseñanza Básica, en las Asignaturas de Matemática y Lenguaje y Comunicación del Colegio El Cobre de los Andes, Rancagua.
Date
2019-03
Authors
Journal Title
Journal ISSN
Volume Title
Publisher
Universidad Miguel de Cervantes. Magíster en Educación mención Currículum y Evaluación basado en Competencias
Abstract
El método para investigar la problemática ligada a la elaboración de instrumentos diagnósticos en las asignaturas de lenguaje y matemática en cuartos y octavos básicos, del colegio el cobre de los andes, fue orientado bajo el alero de un estudio etnográfico con una base antropológica, así como también orientado bajo un enfoque cuantitativo, por lo tanto se buscó conocer y analizar la realidad vivida por los estudiantes y los docentes del colegio
El Cobre de los Andes que son nuestros sujetos de estudio, tomando la mayor cantidad de referentes para captar los incidentes claves y no tergiversar la objetividad de la investigación para de esta forma entender lo que ocurre dentro del contexto y la interacción de los distintos agentes educativos que intervienen en el proceso de evaluación diagnóstica y su trasfondo observado.
La ley general de educación N° 23.370 de año 2009 versa en su primer párrafo los principios y fines que orientan la educación de nuestro país. En el artículo primero se enuncia de forma clara y categórica el deber del estado de garantizar la equidad y calidad de esta; y, en el artículo segundo, se establece de manera explícita la obligación a considerar a todos y todas los/las integrantes de nuestra sociedad tal como se aprecia en la siguiente cita:
“Se enmarca en el respeto y valoración de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, de la diversidad multicultural y de la paz, de nuestra identidad nacional, capacitando a las personas para conducir su vida en forma plena, para convivir y participaren forma responsable, tolerante, solidaria, democrática y activa en la comunidad, y para trabajar y contribuir al desarrollo del país”. (LGE N°23,370, artículo segundo)
En consecuencia, se desprende que la educación tiene como propósito fundamental el desarrollo integral de los y las estudiantes, ofreciendo equidad y garantía para que todos y todas tengan las mismas oportunidades.
Al considerar aquella premisa como punto de partid, surge la necesidad de presentar y aplicar el concepto de inclusión a las prácticas educativas, lo que, en palabras de Rosa
Blanco, “está relacionada con el acceso, la participación y logros de todos los alumnos, con especial énfasis en aquellos que están en riesgo de ser excluidos o marginados” (Blanco, 2006:51).
Considerando este sentido de visión, inclusión se entiende más allá de lo que la educación integral propone, pues no se limita exclusivamente a los estudiantes con necesidades educativas especiales, sino que en “desarrollar una educación que valore y respete las diferencias, viéndolas como una oportunidad para optimizar el desarrollo personal y social, y como un medio para enriquecer los procesos educativos” (Blanco, 2006:59)
Desde esta visión pedagógica, se hace urgente el desafío de transformar el tradicional y estandarizado enfoque con que la mayoría de los colegios trabaja. Ese enfoque que se inicia con un proceso de homogeneización de los grupos sociales y de los aprendizajes teniendo,
en su mayoría, un inicio basado en herramientas diagnósticas sin una conexión directa al tipo de establecimiento y la diversidad del alumnado.
Se hace preciso entonces, que se considere que “la diversidad está dentro de lo normal y que, en congruencia con aquello, manifiesta una visión de la educación común basada en la heterogeneidad”
(Blanco 2006: 59)
Es por ello que se hace muy relevante analizar los instrumentos diagnósticos, utilizados en el colegio El Cobre de los Andes de Rancagua, para comprobar efectivamente si las estrategias pedagógicas iniciales, traducidas en pruebas diagnósticas, son realmente eficaces. Para ello, se considerará que “el elemento que mejor define un aula eficaz son las estrategias de enseñanza y las metodologías que utiliza el docente” (Murillo et al., 2010: 14).