Elaboración de Instrumentos de Evaluación Diagnóstica para medir los aprendizajes de los estudiantes de 2° y 3° año Básico en Lenguaje y Comunicación.
Date
2021-04
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Universidad Miguel de Cervantes. Trabajo Final Para Obtener El Grado De Magíster Profesional En Educación Mención Currículum Y Evaluación Basada En Competencias
Abstract
El propósito del Trabajo de Grado II se centra en la elaboración de dos
instrumentos de evaluación, para medir la comprensión lectora de nuestros
estudiantes de 2° y 3° año básico del Colegio República de Brasil de Melipilla. Estas
evaluaciones son medios en los cuales se recogen las evidencias y brinda
retroalimentación sobre los aprendizajes alcanzados por todos nuestros
estudiantes. De esta forma se puede modificar aquello que no muestre resultados
favorables, diagnosticando y valorando los problemas que afectan el proceso de
enseñanza-aprendizaje de los escolares y tomar decisiones de una manera distinta
al trabajo que se ha estado haciendo tanto a nivel institucional como en aula, para
el logro de los Objetivos de Aprendizajes que apuntan al desarrollo de Habilidades
de Comprensión Lectora a Nivel explícito e implícito. Con la finalidad de erradicar
las dificultades presentadas y mejorar sus aprendizajes.
Estos dos instrumentos nos permiten, por una parte, aplicar los
conocimientos y herramientas adquiridas durante este período del Magíster y, por
otro lado, obtener la información necesaria para distinguir fortalezas y debilidades
de la institución educativa y así proponer remediales que apunten a la mejora de la
calidad educativa De esta forma, el Trabajo de Grado final nos permite darle uso
eficaz a los saberes y competencias adquiridas durante estos dos años de estudio
y formación permanente.
Respecto a las evaluaciones preparadas en la asignatura de Lenguaje y
Comunicación en Segundo y Tercer Año Básico, éstas atienden principalmente a
los bajos resultados obtenidos en pruebas estandarizadas (SIMCE 2019,
Evaluaciones Roma y Pruebas Corporativas), realizadas por nuestros estudiantes
de Cuarto Año Básico y que dejan en manifiesto la necesidad de abordar de una
manera distinta el trabajo que se ha estado realizando tanto a nivel institucional
como en el aula, para el logro de los Objetivos de Aprendizajes que apuntan al
desarrollo de Habilidades de Comprensión Lectora a Nivel explícito e implícito.
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De acuerdo al último informe de resultados SIMCE 2019, el 17% de los
estudiantes se encuentra en nivel adecuado, 24,5% en nivel elemental y el 58,5 %
en nivel insuficiente. (pág. 6 IRE-directores)
Por esta razón, resulta necesario enfocar diversas estrategias que apunten
a: desarrollar estrategias para mejorar el desarrollo de las habilidades en nuestros
estudiantes, fomentar espacios de diálogo y reflexión pedagógica que permitan
construir comunidades de aprendizajes, donde los docentes tengan altas
expectativas de sus estudiantes, y se realice un acompañamiento a los docentes
por parte del equipo directivo con retroalimentación constante y sistematización de
los procesos formativos.
En cuanto a la creación de espacios de diálogo y reflexión pedagógica :“El
concepto aprendizaje entre pares implica la valoración del conocimiento generado
en la práctica cotidiana, que es experiencial y personificado y tienen sentido para
quienes lo han producido y utilizado”
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.Por esta razón, resulta fundamental involucrar
a los docentes, generando espacios para que compartan experiencias, estrategias,
planteen sus necesidades, fortalezas y debilidades, y reflexionen respecto de sus
prácticas en la cotidianeidad de la profesión que se incrementa y engrandece al
trabajar con otros y que a la vez se coarta al desempeñarse en solitario.
Por este motivo, resulta fundamental incorporar estrategias que apunten al
logro de la mejora en relación a los Objetivos de Aprendizaje y a la movilidad de
aprendizajes de todos nuestros estudiantes.
Es necesario que los instrumentos de evaluación sean analizados
rigurosamente antes de ser empleados. Con esto se asegura que dichos
instrumentos cumplan con lo que los planes y programas de estudios establecen
acerca del logro de los aprendizajes de los estudiantes.
Para la elaboración de los instrumentos por competencias es importante
realizar las siguientes preguntas que surgen como interrogantes: ¿Qué es lo que se
evalúa? ¿Para qué se evalúa? ¿Qué agentes participan en el proceso de evaluación
de los aprendizajes? ¿En qué momentos se evalúa?
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Para promover de manera adecuada los aprendizajes de los estudiantes, el
docente necesita realizar las siguientes fases del proceso; observar, analizar,
reconocer y planificar sobre las formas en las que interviene y toma parte en la
actividad.
Ahora bien, ¿para qué se evalúa? En relación a ello, se hace necesario
estimar y valorar los logros y las dificultades de aprendizaje de los niños. Se evalúa
para valorar los éxitos en la intervención educativa, para identificar la congruencia
de la planificación, el diseño de las estrategias y situaciones de aprendizaje, además
de mejorar los ambientes de aprendizaje, la organización de las actividades a
desarrollar, la convivencia en el grupo, entre otra áreas. Se hace ineludible
reconocer si los contenidos de aprendizaje fueron adecuados o no y pertinentes, es
otra razón más de para qué se evalúa.
Al momento de evaluar se debe tomar muy en cuenta la participación de
quienes estén involucrados en el proceso educativo. Los niños y niñas son quienes
nos aportan la información, ya que ellos demuestran lo que han aprendido y lo que
no, manifiestan las competencias que han logrado desarrollar y en las que aún están
en proceso de ser adquiridas. El docente es quién tiene mayor contacto con los
estudiantes, es quien observa el desenvolvimiento del educando durante todo el
ciclo escolar; por tanto, es quien valora los avances de cada niño en sus
particularidades.
Hay tres momentos en los que se evalúa al estudiante: La evaluación inicial,
que es donde el docente observa a sus alumnos para conocer sus necesidades,
características y habilidades. Este primer momento es el punto de partida para la
planificación durante todo el ciclo escolar cursado.
La evaluación intermedia y final se lleva a cabo a mediados del ciclo escolar,
es aquí donde se confrontan los aprendizajes adquiridos hasta esos momentos con
los resultados de la evaluación inicial con el propósito de reorientar la intervención,
la planificación, etc., y para lograr avances deseados en los aprendizajes.
En la evaluación permanente el docente estará alerta sobre lo que van
aprendiendo los niños, la forma en que desarrollan sus habilidades, de qué manera
realizan las actividades propuestas, etc.; para posteriormente registrar esa
información con ayuda de instrumentos de registro, y de esa forma identificar las
problemáticas, los avances o aquello que deba mejorarse haciendo modificaciones
en el plan de trabajo.
El docente es quien tiene la responsabilidad de valorar cómo inicia cada
estudiante el ciclo escolar, su desarrollo en este proceso educativo y los
aprendizajes que adquiere.
La evaluación cumple funciones muy diversas constituyéndose en uno de los
elementos fundamentales del proceso educativo. La evaluación no es un elemento
separado del proceso educativo ni tiene como función última la de reflejar una
calificación, por el contrario, la evaluación tiene un carácter formativo pues informa
con frecuencia a los estudiantes sobre su progreso o no, siendo éste el mejor modo
de poder corregir a tiempo los errores o dificultades en el aprendizaje, así como de
estimular el esfuerzo realizado.
La evaluación académica es un proceso sistemático y bien estructurado, ya
no se trata de simples opiniones, sino que tenemos que ser más rigurosos, pues se
trata de saber qué hemos de evaluar, por qué evaluamos, cual es el momento
apropiado para hacerlo y cómo tenemos que realizar esa evaluación para que de
verdad cumpla su cometido. A través de la evaluación a los estudiantes, estamos
valorando también la calidad de la propia actuación docente y el efecto de ésta en
el aprendizaje de los estudiantes. Todo el proceso educativo está enfocado hacia
un fin y a él ha de servir, pues igualmente ocurre con el proceso de evaluación que
ha de estar orientado hacia el mismo fin al que sirve, luego la evaluación es una
herramienta que da respuesta a las necesidades de los alumnos/as y a los
profesores/as de ofrecer una información detallada sobre el desarrollo del proceso
educativo; es decir, la evaluación está al servicio del aprendizaje y es por ello por
lo que ayuda a los estudiantes a aprender y a ser capaces de valorar su progreso
académico y el desarrollo de sus capacidades personales.
Lo primero que tenemos que hacer es establecer la relación entre los
objetivos que se pretende alcanzar, los modos de evaluación más adecuados para
valorar los logros de los alumnos/as en el ámbito en que se va a desarrollar el
proceso de aprendizaje y las ocasiones que tenemos para obtener los datos que
son verdaderamente importantes para la evaluación de ese aprendizaje.
El interés fundamental de la evaluación es orientar a los estudiantes acerca
del desarrollo de su aprendizaje, de manera que conozcan los aspectos que
verdaderamente han sido ya integrados, las dificultades que ellos encuentran y la
forma en que podrían ser resueltas y las estrategias más adecuadas para aprender
los contenidos propuestos. Para ello, la actuación del profesor/a es fundamental
pues: Evalúa los objetivos del aprendizaje, utiliza los métodos adecuados en función
de lo que se desea evaluar y evalúa a los alumnos/as en las situaciones cotidianas
en el aula.