Elaboración de Instrumentos de Evaluación Formativa Para Medir los Aprendizajes de los Párvulos del Nivel NT1 Y NT2 en el Núcleo, Pensamiento Matemático. Jardín Infantil Santa Teresita de Lisieux Antofagasta.
Date
2020-12
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Universidad Miguel de Cervantes. Magíster en Educación mención Currículum y Evaluación basado en Competencias
Abstract
No puede concebirse un proceso educativo de calidad, sin que este articulado con un
proceso de evaluación permanente y reflexivo, generándose a si un ciclo virtuoso de
aprendizaje en donde todos los factores asociados a la planificación cobran sentido y
se articulan entre ellos.
Este documento da a conocer las Bases Curriculares de Educación Parvularia
(BCEP), su organización curricular y sus contextos para el aprendizaje, y es aquí en
donde nos detendremos a observar, estudiar y analizar.
La organización curricular hace mención a los componentes estructurales que
componen las BCDP, los cuales son los ámbitos de aprendizaje que constituyen
campos curriculares donde se organizan y distribuyen los objetivos de aprendizaje.
Los núcleos de aprendizajes donde corresponden a focos de experiencias para el
aprendizaje, en torno a los cuales se integran y articulan los objetivos de aprendizaje.
Niveles o tramos curriculares, que constituyen una forma de organización temporal de
los objetivos de aprendizajes en tres niveles curriculares. Los objetivos de
aprendizaje, que establecen los aprendizajes que se esperan de los párvulos en cada
nivel educativo.
La evaluación y la medición en tiempos pasados eran conceptos que se consideraban
como comunes, el termino evaluación no era considerado como parte del lenguaje
frecuente dentro de la educación, pero si llegaba a mencionar iba siempre en
compañía del termino medida que solía colocarse en primer lugar.
Así como Ralph Tyler (1967), uno de los grandes investigadores de la evaluación, dio
vuelta este paradigma donde la evaluación paso a un primer lugar y la medición a un
segundo plano, pero siempre las dos ligadas entre sí. Así fue como el origen del
termino evaluación educativa se remonta a los años 70.
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Evaluación era un término que aparecía como un concepto de reemplazo de otros
términos como lo es la; medición, prueba, examen, el rol de la evaluación era realizar
verificaciones periódicas sobre la efectividad de las escuelas e indicar aspectos en
sus programas donde el mejoramiento fuera necesario.
Numerosas fueron las etapas y modificaciones que ha debido sufrir el concepto de
evaluación educacional y medición del rendimiento para llegar a la concepción global
que hoy se tiene de ellas. En Educación Parvularia, Federico Frobel, Decroly y
Montessori, se refieren a la evaluación como registros de educadores que deben
realizar en forma permanente dentro del proceso educativo.
El evaluar es una tarea muy delicada y complicada, debido a que este proceso pone
en juego un conjunto de actitudes, tendencias e inclusive prejuicios, que deben ser
considerados con el mayor equilibrio posible.
Al igual conduce a determinar si lo que está hecho vale o no vale, si sirve o no sirve.
Tanto en la enseñanza como en la evaluación, el foco debe estar en él niño o la niña.
Es en este sentido que importa el protagonismo como involucramiento frente a la
experiencia de aprender, para esto la autoevaluación es una herramienta que se utiliza
en forma habitual en la Educación Parvularia. Al respecto, se requiere montar
experiencias situadas en la que los párvulos puedan, colaborativamente con
compañeros y adultos, analizar lo que sucedió, así como los aspectos que impidieron
o facilitaron los resultados. Vista así, la autoevaluación contribuye no solo a la
comprobación de aprendizajes sino al proceso de autorregulación y metacognición del
párvulo (MINEDUC, 2019.p. 110)
La comunidad educativa debe retroalimentar el desempeño de los niños y niñas en
formas sencillas, tales que el párvulo progresivamente las entienda y las acoja. Se
trata de generar un contexto (espacio, tiempo y apoyo) para la mejora.
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Cabe destacar que la retroalimentación se transforma entonces en el potencial que
tiene la evaluación para constituirse en una nueva oportunidad de aprendizaje. En
donde se le debe informar a los niños y niñas sus logros, avances y desafíos con
relación a los objetivos de aprendizaje estipulados en la planificación de la experiencia
educativa vivida todo esto con un lenguaje acogedor, que valore la diversidad y
respete ritmos de aprendizajes.
Al igual es de suma importancia conocer que la evaluación aporta información clave
para la planificación ya que esta última debe ser articulada y coherente con los
aprendizajes que deben ser potenciados y desarrollados en el grupo de niños y niñas.
Acorde con los planteamientos de diversos autores, en general se considera que el
aprendizaje de las matemáticas enriquece “la comprensión de la realidad, facilita la
selección de estrategias para resolver problemas y contribuye al desarrollo del
pensamiento crítico y autónomo” por lo que incorporarlo en los Niveles de Transición
de las escuelas resulta de mucha relevancia (MINEDUC, UCE (2009) “Fundamentos
del ajuste curricular en el sector de las matemáticas”).