Elaboración De Instrumento De Evaluación Diagnóstica Para Medir Los Aprendizajes De Los Y Las Estudiantes De Primero Y Segundo Año Medio En La Asignatura De Lenguaje Y Comunicación.

Date
2018
Journal Title
Journal ISSN
Volume Title
Publisher
Universidad Miguel de Cervantes. Magíster En Educación Mención Currículum Y Evaluación Basado En Competencias
Abstract
"HAY SIETE SABERES FUNDAMENTALES QUE LA EDUCACIÓN DEL FUTURO DEBERÍA TRATAR EN CUALQUIER SOCIEDAD Y CUALQUIER CULTURA SIN EXCEPCIÓN ALGUNA, NI RECHAZO SEGÚN LOS USOS Y LAS REGLAS PROPIAS DE CADA SOCIEDAD Y DE CADA CULTURA" (E. MORIN) En la actualidad cuando asistimos a mundo interconectado y lleno de desafíos es imperativo generar una dinámica cultural, social y educativa con ópticas innovadoras y acordes a una visión del futuro con modelos mentales compartidos. En caso contrario, corremos el riesgo de estar propiciando datos autárquicos y carentes de sentido. Tal visión de futuro debe estar cimentada en saberes (*) que proyecten un estilo y manera diferente, de modo de generar una impronta más asertiva y que responda a las necesidades vitales y espirituales de las personas. Para el efecto, debemos quitarnos las cegueras del conocimiento: el error e ilusión. La educación, desde siempre, ha tratado de comunicar conocimientos y trasvasijar conceptualizaciones, pero ha quedado cerrada en un obstáculo insuperable, no responder a lo que viven las personas ni epistémica ni ontológicamente. Los conocimientos no deben "ser per se", deben constituirse en herramientas para enfrentar el futuro y los riesgos permanentes frente al yerro y equívoco; vale decir, debe ser un agente de movilidad, pero de asunción social frente a las dificultades en un combate permanente frente a la estulticia, generando lucidez. Debe acogerse, como declara Morin, a un estudio permanente de las características cerebrales, mentales y culturales. En otras palabras, transitar por los dominios de las emociones, la biología y el lenguaje. "No sabemos cómo las cosas son, sino cómo las interpretamos", diría Echeverría. Es decir, somos los constructores de miradas, dominios y agentes capaces de advertir el error e ilusión. A su vez, es necesario propiciar conocimientos pertinentes que aborden los problemas del "hic et nunc" (Aquí y Ahora) fundamentales con la finalidad de comprender los problemas locales. Esto implica salir y desterrar los conocimientos estancos y parcializados. Hoy, debemos hablar de interconectividad y de bases curriculares transversales. El todo será la suma de las partes y viceversa. Dicho de otro modo, el conocimiento debe capturar los objetos en sus distintos contextos, complejidades y totalidades. También, es indispensable que la Educación se preocupe de la condición humana; situación que actualmente, no goza de privilegio en las mallas curriculares. Por ej. Formación Ciudadana debe ser la base de una educación que promueva la civilidad y la vida como grupos humanos. Se debe promover una toma de conciencia del qué somos, para qué y de dónde venimos. Preguntas cruciales frente al acto de vivir, respetando las identidades y complejidades de cada cual Al profundizar esto, debemos observar como la neurociencia y biología deben conectarse con la filosofía, literatura e historia. Es decir, un entramado en que cada disciplina nos permita comprender la esencia de los seres humanos. Incluso, la astrociencia, no debe alejarse de nuestros datos teleológicos. Una unión, por tanto, indisoluble entre la unidad y diversidad de todo lo que es humano. El juego, el dolor, la risa, la alegría, como la compasión y respeto mutuo sean los conceptos claves. Por otra parte, debemos enseñar y comprender la Identidad Terrenal. En este siglo no comprender que somos ciudadanos del mundo, más allá de la república es el desafío. Vivimos una era planetaria, aferrada al cosmos que está lleno de interrogantes y signos por descifrar. Esto implicará dar un salto cualitativo, como lo que manifestaban los griegos "Un Recurso del Epiciclo", desterrando las dominaciones, el poder del mercado y egoísmo para conceder paso a la cooperación. Somos seres en la unidad, seres en la conjunción y en la fragilidad temporal. Debemos erradicar la Guerra de los Conflictos para conceder paso al Arte de la Cooperación. Los seres humanos vivimos una comunidad de destino, basada en la existencia, aunque existencialmente solitaria, de la vida y la muerte. "Nadie puede prestar a otro su morir", diría Heidegger; pero, debemos comprender, ser empáticos y nobles con el dolor ajeno. De la misma forma, acorde a lo anterior debemos aceptar la incertidumbre. La ciencia trata de aproximarse a la verdad, pero no es más que eso. La incertidumbre es parte de la vida humana. Por ejemplo, han aparecido muchos asuntos vinculados a la astrociencia, nanotecnología, biología del conocimiento, etc. Incluso, hoy podríamos hablar de cómo la genética determina, a veces, nuestras conductas. Se ha llegado a sindicar el gen egoísta como la emocionalidad, en un trato colaborativo. Debemos enfrentar lo incierto y tener las herramientas para salir adelante o, al menos, "surfear" en el. En otras palabras, aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de un archipiélago de certezas, diría la Unesco. Lo que detallara Eurípides "lo esperado no se cumple y para lo inesperado un Dios abre la puerta". No quedan certezas ni equilibrios, debemos apoyarnos en planisferios y sextantes de la cooperación y el amor. Esas energías son la que eventualmente podrán sacar a las personas del egoísmo y el mercantilismo. Debemos preparar nuestras mentes para lo inesperado, pero también resguardarnos con la templanza, el respeto y amor para no sólo afrontar sino modificar esas directrices. A cada ser humano, a su vez, corresponderá enseñar la comprensión. La educación requiere de comprensiones mutuas, de destinos simultáneos y taxonomías comunes. Es una reforma del pensamiento, tal como se hiciere en el renacimiento en donde la imprenta cumple un rol protagónico. Seremos ego y astronautas de nuestros destinos. Esta reforma cimentará la paz entre los pueblos y erradicación de xenofobias, racismos y desprecio por los otros. Somos ciudadanos de la misma tierra. Dicho lo anterior, se propiciar una ética del género humano. La ética no sólo es menester comprenderla desde la moral sino además territorializar la ética de la ciudadanía terrestre
Description
Keywords
Citation