"Elaboración De Instrumentos De Evaluación Diagnóstica, Para Medir Los Aprendizajes De Los(Las) Estudiantes Del Nivel Nb2 Y Nb6 De Enseñanza Básica,En Los Sectores De Matemática Y Lenguaje Y Comunicación. Escuela Básica Francisco Forgione Iquique. "
Date
2012
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Universidad Miguel de Cervantes. Magíster En Educación Mención Currículum Y Evaluación Basado En Competencias
Abstract
La evaluación es esencial a la educación, es inherente a la misma en cuanto es concebida
como problematización, cuestionamiento y reflexión sobre las acciones que se llevan a cabo
en el proceso de enseñanza- aprendizaje.
Partiendo de la afirmación que no se pone en tela de juicio el papel importante de la
evaluación en la educación, la misma es un elemento indispensable que retroalimenta la
práctica cotidiana.
Evaluar es interpretar la adecuación de un conjunto de información que se obtiene en el
desarrollo de nuestras prácticas y un conjunto de criterios adecuados a un objetivo fijado,
con el fin de tomar una decisión pedagógica oportuna y adecuada.
La tarea de evaluar se puede concebir desde distintos paradigmas y actuar de acuerdo ellos,
lo cual también tiene una coherencia y una continuidad con la concepción de educación que
tengamos como docentes
•
.El paradigma cualitativo: se interesa por comprender que está sucediendo y que
significado tiene esto para los distintos actores involucrados, con el fin de evaluar
procesos y productos.
•
El paradigma crítico: la evaluación recoge información acerca del proceso que se esta
dando pero además genera diálogo y autorreflexión.
Estos dos modos de concebir la evaluación, son a nuestro criterio los más justos, válidos,
completos y eficientes. Pero, tradicionalmente, se ha concebido la evaluación desde una
perspectiva centrada en los resultados finales a partir de una instancia evaluadora, se ha
utilizado no al servicio del proceso educativo como práctica que retroalimenta el accionar,
sino como sancionadora final del mismo, aplicándose generalmente no a todos los ámbitos
en que se debería, sino casi con exclusividad a los alumnos. Sin embargo, la evaluación no
tendría que ser un apéndice del proceso educativo, sino que es parte del mismo como un
continuo formativo.
Con un enfoque crítico y cualitativo, se intenta centrar la atención en comprender que y como
están aprendiendo, para que la evaluación deje de ser el modo de contrastar el grado en que
los estudiantes han captado la enseñanza, para pasar a ser una herramienta al servicio de
todos los implicados en el proceso de enseñanza- aprendizaje, que retroalimenta la práctica,
permite tomar decisiones a partir de los logros y las dificultades para aportar y profundizar
3dicho proceso.
Obtener información es solo una parte de la evaluación, es necesario darle un lugar
importante a las reflexiones, interpretaciones y juicios que se llevan a cabo con los datos
obtenidos. La evaluación es la reflexión permanente del educador sobre sus prácticas, sobre
el avance de sus alumnos en la construcción del conocimiento, a lo que le podemos agregar,
que también es una reflexión del mismo alumnado sobre sus trayectos, logros y dificultades.
Así la evaluación deja de ser un momento terminal del proceso para transformarla en la
búsqueda de comprensión de las dificultades y en la dinamización de nuevas oportunidades
de conocimiento, a partir de una toma de decisiones que ajusta las prácticas educativas.
Lo que es criticable de la evaluación clasificatoria, es que se plantea como una
discontinuidad, una segmentación, un parcelamiento del conocimiento, una información
incompleta de los aprendizajes de los alumnos. Así se determina una nota o concepto que es
dado al alumno y a los padres, sin interpretación, quedando a un lado el proceso de
autoevaluación y la capacidad de promover cambios positivos.
Este modo de calificar sigue viciando las relaciones normales del alumnos y el docente,
comprometiendo la motivación por aprender y aprender a aprender y la imagen que hacemos
que los alumnos tengan de sí mismos. Las calificaciones en sí sólo aportan información
sobre el lugar que ocupa cada alumno y su rendimiento académico en una escala numérica,
lo que no nos dice es qué y porqué no anda bien, y menos aún que es lo que se debería
modificar.
No se trata de observar la evaluación como elemento que no contiene juicios de valor, pero sí
que los mismos sean a partir de una elaboración seria y rigurosa, lo más objetiva posible, a
partir de la información obtenida durante el proceso educativo, que le sea útil no sólo al
docente, sino también a los alumnos para que ellos puedan también comprender su propio
camino, y aprender sobre todo a autoevaluarse.
En primer lugar, el propósito de la evaluación no se puede lograr si la misma no se convierte
en autoevaluación, tanto para el docente como para el alumno. En segundo lugar, la misma
debe ser coherente con las concepciones de aprendizaje y enseñanza que se tengan, y por
último la resolución técnica que se elija debe permitir evaluar todos los aspectos que están
comprometidos en los proceso de aprendizaje y enseñanza.
Lo importante es que mediante la evaluación, se logre comprender y transformar la práctica
educativa, mediante el análisis e interpretación de las informaciones que se obtienen en el
proceso de enseñanza aprendizaje. Con respecto a lo factible o posible de esta situación, los
docentes podríamos y deberíamos estar en condiciones no sólo de elegir, sino de generar
4alternativas de evaluación dentro de un enfoque amplio de la misma y también de la
educación, es posible transformar la evaluación en una herramienta de conocimiento para
los profesores y alumnos.
Y aquí surge la necesidad de que el docente que sea responsable de su elaboración
didáctica, debe ser a su vez libre de diseñar y administrar su programa de evaluación.
De otra manera, la evaluación no cumpliría otra función más que la de servir de control,
minimizando sus posibles efectos positivos de mejoramiento de los procesos y de los
resultados.
Una evaluación formativa requiere de un diagnostico inicial para obtener información sobre el
punto de partida de cada alumno, y un seguimiento durante el proceso que nos aporta
información de los logros, progresos, dificultades y que nos sirve para ir retroalmientando la
práctica y haciendo cambios positivos en la misma. En este punto hay que destacar
principalmente la función de la observación y acompañamiento del docente con sus alumnos.
A través de una evaluación de proceso, podemos determinar el grado de cercanía y
el progreso tanto de la enseñanza como del aprendizaje. La misma se puede realizar con
variados instrumentos para evaluar tanto los procesos como los productos.
• Para este trabajo se utilizarán los siguientes instrumentos:
• Creación de instrumentos de evaluación (pruebas objetivas) para los niveles de 4° y
8° básico,para diagnosticar,valorar y medir los aprendizajes en los sectores de
Matemática ,Lenguaje y Comunicación.
• Esto lleva inevitablemente a preguntarse
• ¿Qué instrumentos de evaluación es utilizado en la escuela? ,
• ¿Es de conocimiento y manejo de todos/as las docentes?
• Entrevista semi-estructurada al 100% de los docentes directivos,docentes,asistentes
de aula,docentes programa diferencial.
• Observación directa de aula.
• Recopilación de evaluaciones aplicadas anteriormente por